El carisma de nuestras Fundadoras se nos revela como una experiencia del Espíritu para ser vivida, profundizada y desarrollada constantemente.
El espíritu de la misión de las Hermanas trinitarias es:
- la misericordia: educan a los niños y jóvenes, curan enfermos, acogen a las personas que viven solas y abandonadas.
- la liberación: anuncian a Cristo liberador, redentor, a través de aquellos y otros servicios, de la “doctrina cristiana” y del testimonio de su vida.
- la caridad: el dinamismo de su misión es la caridad, “no el ”lucro”, sino la caridad de Jesucristo es la que animará a las Hermanas en su misión”.
- la gloria de la Trinidad: no busquen otra cosa en su misión “ más que la gloria de la Trinidad y el bien de las almas”.