Nuestras Fundadoras entendieron que eran llamadas a la liberación de niños y jóvenes por medio de la enseñanza de la doctrina cristiana.
Sabían que la Escuela es un lugar privilegiado de evangelización, por lo que abrieron en todas sus casas, Escuelas para los niños más necesitados. Desde una formación integral buscaban que la conducta de sus alumnos fuera coherente con el mensaje evangélico.
Hoy traducimos esta voluntad en ayudar a los niños y jóvenes a:
- Su desarrollo y maduración humano cristiana.
- Encontrar en Cristo respuesta a sus interrogantes sobre el sentido de la vida.
- Participar en la construcción de una sociedad nueva: libre, justa y fraterna.
Con este fin tenemos Centros Educativos en España, Argentina, Colombia y Madagascar.