INTRODUCCIÓN
A. IDENTIDAD DE NUESTRA ESCUELA
B. NUESTRA PROPUESTA EDUCATIVA
1. DIMENSIÓN BIO-PSICOLÓGICA
2. DIMENSIÓN SOCIAL
3. DIMENSIÓN RELIGIOSA
C. ESTILO DE NUESTRA ESCUELA
4. NUESTRA ESCUELA ES UNA COMUNIDAD EDUCATIVA
5. NUESTRA LABOR EDUCATIVA TRASCIENDE EL ÁMBITO ESCOLAR
6. CRITERIOS PEDAGÓGICOS DE NUESTRA ESCUELA
7. NUESTRO MODELO DE GESTIÓN CONCLUSIÓN
8. CONCLUSIÓN
Una sociedad pluralista acepta y define el derecho a la libertad como algo incuestionable del ser humano. Este derecho, recogido en la Constitución española, justifica la existencia de diversas propuestas educativas que corresponden a diferentes concepciones del hombre, de la vida y del mundo.
La Ley Orgánica Reguladora del Derecho a la Educación ofrece un marco propicio para la actuación del Ideario que manifiesta la identidad de nuestra escuela.
Los artículos 22 y 52 de esta misma Ley establecen que los Centros Educativos pueden expresar, públicamente, el tipo de educación que ofrecen a la sociedad; es decir, definir su Carácter Propio.
Dentro de este marco legal, el Instituto Santísima Trinidad elabora el Carácter Propio de su escuela, y recoge, a la vez, el contenido genérico de la Escuela Católica y el estilo liberador propio del Instituto.
El Carácter Propio constará, pues, de tres elementos: el contenido de la Legislación, el de la Escuela Católica y el de nuestro Instituto.
A través del Carácter Propio definimos nuestra escuela cristiana, expresamos lo que quiere ser y cómo se organiza.
Lo ofrecemos así a cuantos deseen nuestra propuesta educativa.
De esta manera, como Comunidad Educativa Trinitaria, hacemos público nuestro compromiso de servicio a la sociedad y a la Iglesia.
A. IDENTIDAD DE NUESTRA ESCUELA
El Instituto de la Santísima Trinidad, fiel a los principios que le dieron origen, se hace presente en el mundo de la cultura a través de la escuela. Su finalidad es la formación integral de los alumnos/as de acuerdo con la concepción cristiana del hombre, de la vida y del mundo, y prepararlos para participar en la transformación y mejora de la sociedad.
Nuestro Instituto, desde su carisma trinitario-redentor, entiende la educación como una tarea liberadora y creadora de comunión; se ofrece a la sociedad como una comunidad que, desde la escuela, humaniza y libera, y, se abre a todos los que están interesados en su proyecto de educación, especialmente a los más necesitados.
Por ello se propone:
- Favorecer la colaboración, la participación responsable y la solidaridad, desde aquellos valores que hacen que nuestra sociedad sea más humana y más justa.
- Anteponer el criterio de la promoción de todos al de la selección de los mejores.
- Ofrecer una síntesis entre fe, cultura y vida, y llevar a cabo la vivencia comunitaria y la celebración de la fe en un marco de respeto y libertad.
- Promover y potenciar un equipo de profesores/as y colaboradores comprometidos en una tarea educativa coherente con sus principios, así como en crear un ambiente que propicie el testimonio y la acción evangelizadora de los creyentes.
- Estimular y apoyar a los padres y madres de los alumnos/as con el objeto de incorporarlos responsablemente en la acción educativa propia del Centro.
- Insertarse e inculturarse en la realidad socio-cultural donde se desarrolla la actividad educativa.
- Crear unidad desde la pluralidad y la diversidad de personas.
B. NUESTRA PROPUESTA EDUCATIVA
Es sabido que la finalidad de la escuela es favorecer el crecimiento y la maduración del alumno/a en todas sus dimensiones. Que no se reduce su función a la mera transmisión de saberes.
La escuela cultiva facultades, desarrolla capacidades, educa actitudes, hace referencia a unos valores, introduce en el patrimonio cultural que nos ha sido dado, prepara para la inserción en la sociedad presente, transmite una interpretación de la historia, una manera de entender la vida, una orientación para el futuro.
En todo este recorrido la escuela no puede ser neutra. Al plantearse el problema del hombre, al menos como pregunta, surgirá el tema de Dios. No puede estar ausente la respuesta desde lo religioso.
Desde este convencimiento nuestra acción educativa abarca las tres dimensiones que constituyen una unidad en la persona humana:
- Bio-psicológica:que integra la personalidad del alumno/a en sus aspectos físico, intelectual y afectivo.
- Social:que prepara al alumno/a para la inserción en la sociedad y lecompromete en la construcción del mundo.
- Religiosa:que abre al alumno/a al encuentro con Dios.
- Expresamos así el alcance que atribuimos a la formación integral y afirmamos que la escuela es un lugar privilegiado para la educación del hombre.
La educación de esta dimensión supone el desarrollo armónico, natural, progresivo y sistemático de todas las facultades del hombre.
- Psicomotoras, que permiten la organización del propio esquema corporal en relación con el medio, y desarrolla las capacidades expresivas, comunicativas y creativas del ser humano.
- Intelectuales y racionales, que posibilitan la memorización, comprensión y aplicación de principios a situaciones nuevas y la capacidad de análisis, relación y síntesis.
- Afectivas, que comprenden emociones, intereses y valoraciones en orden a adoptar unas actitudes y comportamientos ante la vida.
1.1. Consideramos la educación psicomotriz como un aspecto básico de la acción educativa.
La formación de la dimensión biopsicológica de la persona incluye el desarrollo de sus posibilidades fisicomotoras y psicomotoras. Nuestra escuela ofrece un amplio abanico de actividades que podemos programar y realizar con esta intención: el juego, la psicomotricidad, la expresión corporal, la gimnasia, la danza, la iniciación deportiva y las actividades al aire libre.
1.2. Cultivamos la dimensión cognoscitiva y fomentamos el desarrollo intelectual.
Damos la debida importancia al trabajo intelectual para que cada alumno/a desarrolle al máximo sus posibilidades. Procuramos estimularles en la búsqueda de la verdad, lo que le facilita el acceso al saber, la interpretación y valoración de la realidad y la inserción crítica en el contexto socio-cultural.
1.3. Atendemos especialmente la educación afectiva y el desarrollo de la dimensión relacional.
La educación de la afectividad es fundamental para el desarrollo equilibrado y armónico de toda la persona. Por eso, nos esforzamos por crear en nuestra escuela unas relaciones personales serenas, abiertas y equilibradas, que favorezcan el auténtico encuentro educativo, y ayuden a nuestros alumnos/as a: confiar y tener seguridad en sí mismos, autocomprenderse; valorar su propio cuerpo; integrar la sexualidad en el amor; relacionarse objetivamente con el mundo, con las cosas, y establecer relaciones sanas de amistad con los otros.
Nuestra escuela pretende levar a cabo una educación que, enraizada en su realidad temporal y geográfica, lleve al alumno/a a comprometerse en la continua transformación de la sociedad.
De acuerdo con este criterio:
2.1. Promovemos una educación social y comprometida en la construcción del mundo
Mediante:
- El estudio objetivo, sereno y crítico de la realidad social así como de los hechos que la configuran.
- La preparación humana y profesional para la incorporación del alumno/a al mundo del trabajo, de modo que le sea permitido tanto su realización personal como el servicio responsable a la sociedad en la que vive.
2.2. Educamos en la libertad y para la libertad
- Potenciando el sentido de la libertad personal mediante una educación que desarrolle la decisión responsable del hombre.
- Creando un espacio educativo que favorezca la maduración en la libertad, en que los educadores actuen como seres libres y respetuosos de la libertad de los demás; y los alumnos/as adquieran un concepto claro y auténtico de la misma y aprendan a actuar con convicción propia y responsabilidad.
- Inspirado, siempre, nuestro proyecto educativo: objetivos y métodos en la carisma liberador de nuestro Instituto para ayudar a los alumnos/as a superar cualquier esclavitud que le oprima en su “yo profundo e individual” o en su dimensión “social”, y se abran a la comunión filial con el Padre y una relación de fraternidad.
2.3. Educamos para la justicia, la solidaridad y la paz
- Entendemos que la escuela contribuye a la justicia desde su misma raíz. Si la escuela forma personas de corazón justo, está colaborando a suprimir la injusticia.
- Fomentamos la solidaridad con los más pobres, comenzando por el entorno inmediato, como exigencia de la igualdad básica entre todos los hombres.
- Nos proponemos preparar a los alumnos/as para ser defensores y constructores de un mundo pacífico, y favorecer la convivencia y el respeto entre todos, superando cualquier tipo de discriminación.
Así nuestra escuela educa socialmente siendo ella misma ámbito para la iniciación en la vida social.
Nuestra escuela asume la dimensión religioso-cristiana del hombre y de la humanidad como una dimensión esencial del ser humano, al promover el crecimiento integral del alumno/a.
Cristo es el fundamento de nuestro proyecto educativo porque El propone el sentido nuevo de la existencia y hace al hombre capaz de pensar y actuar según el espíritu de las Bienaventuranzas.
Consecuentemente, en nuestros planteamientos educativos promovemos:
3.1. La referencia explicativa a algunos valores del Evangelio
De entre los valores que deben caracterizar el ambiente educativo de nuestra escuela subrayamos:
- La fraternidad como expresión de la experiencia de que Dios es Padre de todos.
- El servicio y la gratitud como entrega personal.
- La comunión creada desde la vivencia de Dios Trinidad, que se hace visible en la comunicación, en la acogida mútua, en el respeto y en la participación ilusionada desde la diversidad y pluralidad de personas; en la comunicación de vida, de espíritu y de bienes.
- La gratitud y la alegría, fruto de vivir la existencia como regalo de Dios.
- La libertad.
3.2. El diálogo fe-cultura y la síntesis fe-vida
La coherencia entre la fe y el conjunto de los saberes, valores, actitudes y comportamientos, que desarrolla la escuela, conducen de este modo, a la síntesis personal ante la fe y la vida de los creyentes que formamos la Comunidad Educativa.
3.3. La enseñanza de la Religión y Moral Católica
Y mediante su estudio sistemático, ayudar a dar respuesta a los grandes interrogantes de la persona y contribuir a la formación de una actitud crítica y comprometida respecto de la sociedad.
3.4. La acción evangelizadora
Que prepara a la Comunidad Educativa para la acogida gozosa de la fe y su libre respuesta.
3.5. La acción Catequética.
Que ayuda a los creyentes en su progresiva maduración cristiana mediante la oración, la profundización de La Palabra, la partidpación en los Sacramentos y la celebración de la fe.
Nuestra escuela se inspira, pués, en los principios evangélicos, entre los que queremos destacar: la libertad y el amor. El sentido más profundo que la inspira es la caridad redentora y la Gloria de la Trinidad.
Siguiendo este espíritu trinitario fundacionaly haciéndose eco de las necesidades sociales, nuestra escuela:
- Trata de cultivar el estilo de vida propio de las Fundadoras: sencillez, alegría, honradez, serenidad, servicio y espíritu de trabajo.
- Quiere que “la caridad de Jesucristo y no el lucro” sea la que anime su misión educativa.
- Adopta ritmos, métodos y programas adecuados a la capacidad de cada alumno/a.
- Imparte la instrucción como medio para liberar al hombre de la esclavitud de la ignorancia.
- Busca la cercanía en el trato entre todos los miembros de la Comunidad Educativa para crear un ambiente de familia.
- Vive la gratitud y generosidad que humaniza la vida diaria.
- Fomenta las actividades que favorecen la educación para ocio, el uso del tiempo libre y la práctica del deporte.
- Organiza grupos de pastoral y asociaciones juveniles para dar respuestas a las inquietudes sociales y religiosas de los alumnos/as.
- Mantiene como actividad preferente catequesis especiales de niños/as y jóvenes y, en la medida de lo posible la extiende también a los adultos.
- Cuida la oración como relación filial con Dios.
Realizamos así los objetivos de nuestras Fundadoras, que “querían redimir a la niñez y juventud a través de la Educación Cristiana”.
4. NUESTRA ESCUELA ES UNA COMUNIDAD EDUCATIVA
Nuestra concepción cristiana de la educación, según el carisma fundacional de nuestro Instituto Religioso, exige que la Escuela que ofrecemos sea una Comunidad Educativa, siempre en camino de llegar a ser Comunidad Educativa Cristiana.
La Comunidad Educativa Cristiana es fruto de la integración armónica de los distintos estamentos: Entidad Titular, Alumnos/as, Profesores/as, Padres y Personal no docente, cohesionados por una misma tarea educativa.
4.1. La Entidad Titular
La Institución Titular, Instituto SANTÍSIMA TRINIDAD, Religiosas Trinitarias, es responsable de establecer, expresar y dar continuidad a los principios que definen el tipo de educadón que ofrecemos y a los criterios de actuación que garantizan la fidelidad a esos principios.
Promueve la acción educativa global y ejerce la responsabilidad última ante la sociedad, los poderes públicos y el conjunto de la Comunidad Educativa. Su servicio específico hace que todos podamos considerar la escuela como algo propio, obra y responsabilidad de todos.
4.2. Los Alumnos/as
Son los sujetos de su propia formación y los principales agentes en el proceso educativo.
Intervienen en la vida del Centro asumiendo responsabilidad en: la participación directa de los órganos colegiados, en la dinámica propia del aula y en la organización de grupos con diversas competencias.
4.3. Los Profesores/as
Constituyen un estamento fundamental en la Comunidad Educativa por ser los educadores directos de los alumnos/as.
Con su acción complementan la acción formativa de los padres y madres. Se corresponsabilizan de la tarea educativa global de nuestra escuela mediante la asunción del Carácter Propio, la colaboradón activa en el Proyecto Educativo y la participación en la gestión del Centro a través de los órganos de gobierno.
Nuestra escuela cuida la formación permanente de sus profesores/as y busca un nivel económico justo y la estabilidad en el trabajo.
4.4. Los Padres y Madres
Son los primeros responsables en la educación de sus hijos/as.
Su colaboración con el equipo de profesores/as y su presencia en la tarea educativa es necesaria para que la formación iniciada en el hogar tenga continuidad.
Participan de forma corresponsable en la vida del Centro y en la gestión global del mismo mediante la Asociación de Madres y Padres de Alumnos/as y a través de los órganos de gobierno de la escuela.
Los Padres y Madres deben velar para que la escuela mantenga y actualice el modelo de educación que se ha comprometido a ofrecer a la sociedad.
4.5. El Personal no Docente:
La colaboración del Personal no Docente hace posible la acción educativa y favorece su realización y eficacia.
La gestión económica, la secretaría académica, la orientación psicopedagógica, el asesoramiento religioso, la conservación de los locales, los medios didácticos, etc., son aspectos básicos que se incluyen en la estructura y el funcionamiento de nuestra escuela.
Se corresponsabilizan de la acción educativa global del Centro y participación de la Gestión de la escuela a través del Consejo Escolar.
5. NUESTRA LABOR EDUCATIVA TRASCIENDE EL ÁMBITO ESCOLAR
Como exigencia de la educación integral que queremos dar a nuestros alumnos/as, la tarea educativa que realizamos va más allá del espacio y del horario escolar.
Incluye un conjunto de actividades que responden a las necesidades e intereses de los miembros de la Comunidad Educativa, antiguos/as alumnos/as y otros grupos del entorno interesados en nuestros objetivos.
De acuerdo con esta opción, pretendemos que nuestra escuela llegue a ser un centro de promoción cultural y social de la zona donde se encuentra, y procuramos:
- Mantener una relación de cercanía y amistad con las otras instancias educativas de la sociedad: familia, parroquia, etc.
- Favorecer la educación para el ocio con actividades culturales y deportivas.
- Formar y animar grupos infantiles y juveniles, acompañarles en su crecimiento humano y de fe, en actividades como: reuniones, convivencias, acampadas, campamentos, retiros, ejercicios espirituales, encuentros con otros grupos cristianos, etc.
- Colaborar en las actividades que promueven otras instituciones de la zona.
Las religiosas son quienes, de modo especial, promueven estas actividades. Mediante su entrega y dedicación hacen realidad el deseo de nuestras fundadoras:
“Trabajar mucho – en favor de la educación – para dar gloria a la Trinidad”.
6. CRITERIOS PEDAGÓGICOS DE NUESTRA ESCUELA
La orientación pedagógica global de nuestra escuela está basada en los siguientes principios:
El alumno/a es el sujeto activo y el principal artífice de su educación.
- La educación conlleva una propuesta determinada de valores.
- La escuela debe estar dispuesta a asumir el reto de las nuevas tecnologías.
- Los métodos didácticos que adoptamos son abiertos y flexibles.
Consiguientemente, consideramos básicos los siguientes aspectos:
6.1. Orientar a los alumnos en su formación humana.
Nuestro concepto de formación de la persona supone:
- La orientación del alumno/a en su trabajo formativo.
Para ello:
- Partimos de la situación real de cada alumno/a y de su entorno familiar y social en cuanto nos sea posible.
- Asumimos la realidad de cada uno invitándolo a la propia aceptación.
- Cultivamos el desarrollo armónico y gradual de todos los componentes de la personalidad humana: físicos, intelectuales, afectivos, éticos y estéticos, etc.
- Establecemos entre profesores/as y alumnos/as una relación de cercanía y amistad, y ofrecemos los servicios adecuados de orientación vocacional y profesional.
La orientación en los valores.
Entendemos que no hay educación sin una propuesta de valores que fundamenten unas actitudes y generen unos comportamientos.
Por ello:
- Orientamos al alumno/a a su realización personal profundizando en el sentido de su identidad.
- Promovemos la asimilación y el ejercicio de aquellos valores que inspiran nuestra escuela.
- Subrayamos la importancia de descubrir y asumir los valores sociales: la solidaridad, la cooperación, el trabajo en equipo, la paz…
6.2. Estimular la actividad del alumno/a.
El alumno/a es el principal protagonista de su proceso de aprendizaje y maduración. En consecuencia, debe ejercer todas sus capacidades.
Nuestra escuela adopta un método de trabajo que suscita y estimula la actividad, el esfuerzo personal, la iniciativa y la responsabilidad.
El trabajo en equipo exige, asimismo, autodisciplina, orden y respeto.
Nuestra escuela propone y fomenta la autoevaluación, que permite verificar la calidad de la educación por parte de los propios alumnos/as según su edad y preparación.
Todo cuanto realizamos en la escuela tiene un objetivo claro y preciso: ofrecer al alumno/a oportunidades para crecer y madurar en todos los aspectos de su personalidad.
6.3. Adoptar una metodología didáctica, abierta y flexible.
El tipo de educación que ofrecemos implica un sistema de trabajo cuyo método:
- Se adapte a las necesidades de los alumnos/as.
- Favorezca la autorrealización.
- Permita la evaluación continua.
- Se oriente según las nuevas pedagogías e incorpore nuevos medios tecnológicos que favorezcan nuestra acción educativa como respuesta al reto de la sociedad actual.
6.4. Realizar una autoevaluación continua
La autoevaluación, que tratamos de realizar en forma sistemática, nos ayuda a conocer si avanzamos o no en la dirección que nos hemos propuesto, y si lo hacemos con el ritmo previsto. Nos posibilita ver si vamos alcanzando las metas que nos hemos fijado y si nuestra pedagogía es la adecuada para las necesidades de los alumnos.
Todos los aspectos de la escuela y dimensiones del proceso educativo son evaluados en algún momento; el plan de estudios, el trabajo de los docentes, el proyecto educativo, así como los diversos ámbitos de crecimiento y maduración de los alumnos/as.
La autoevaluación, la consideramos a la vez, como un estimulo y una orientación constante en la mejora de nuestra tarea educativa.
Consideramos fundamental la participación activa, coordinada y responsable de todos los estamentos implicados en la escuela para construir y enriquecer la Comunidad Educativa, y de acuerdo con la legislación vigente.
7.1. Criterios
La gestión se ordena a la formación de los alumnos/as de acuerdo con el Proyecto Educativo y ha de estar inspirada en los criterios de:
- Identidad y finalidad del Centro.
- Corresponsabilidad.
- Subsidiariedad.
- Representatividad.
- Globalidad.
Estos criterios se complementan mutuamente y nos ayudan a determinar las competencias y el grado de responsabilidad de los órganos de gobierno de nuestra escuela.
7.2. El reglamento de régimen interior
Recoge el conjunto de normas que regulan el funcionamiento de nuestra escuela y garantiza la adecuada coordinación de todos los estamentos y personas que formamos la Comunidad Educativa.
7.3. El Consejo Escolar
Es el máximo órgano colegiado representativo de la Comunidad Educativa. Su composición garantiza que los diversos estamentos tengan ocasión de participar en él, y por tanto, de corresponsabilizarse de la gestión global de la escuela.
Las competencias que la legislación vigente asigna al Consejo Escolar exigen que todos sus miembros:
- Asuman como propios los objetivos del Centro.
- Den prioridad a los intereses generales de la Comunidad Educativa por encima de las conveniencias individuales y de grupo.
- Velen por la calidad de la educación.
- Tomen los acuerdos en un clima de diálogo, comprensión y respeto.
El Instituto SANTÍSIMA TRINIDAD, Religiosas Trinitarias, con toda la Comunidad Educativa, deseamos que la propuesta educativa que acabamos de describir y que como tal define el CARÁCTER PROPIO de nuestros Centros, llegue a ser el eje que haga converger los ideales pedagógicos y la acción formadora de todos los que constituimos la Comunidad Educativa y que entendemos la educación como tarea liberadora.